Bernardo Prado Liévana*
Desde hace meses, cada vez que el Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo de la República Bolivariana de Venezuela hace llegar su Informe Semanal de Evolución (entiéndase involución) de Precios del Petróleo al Despacho del Comandante Chávez, una sensación de que algo se hizo mal llena el ambiente, pero como detrás de los mayores errores siempre está el orgullo, una sobredosis de autoestima y optimismo son suficientes para declarar a los medios que la crísis económica mundial no le ha tocado un pelo a Venezuela y que el Estado avanza según cronograma en su proceso nacionalizador.
Parece que Chávez se hizo de un lápiz, un papel, una goma, un librito sobre el tema en cuestión y tras realizar un par de operaciones aritméticas, se dio cuenta, aunque extemporáneamente, de que sus pomposas ceremonias nacionalizadoras con derroches de ideologías, analogías, revoluciones, tirasacos, aduladores, tonos rojizos e invitados especiales están pendiendo de un hilo.
Hasta la fecha, la Revolución Bolivariana no ha concretado ni una (entiéndase cero) de las nacionalizaciones anunciadas por la TV, la radio, internet y la prensa el 2008, concretarlas implicará un duro golpe a la economía del hermano país, si a eso le sumamos la crisis económica que afrontará Venezuela con la reciente aprobación del Presupuesto General del 2009 que calcula su sostenibilidad con un precio de 60 $us por cada barril de petróleo, entonces la situación económica venezolana será extrema y las situaciones extremas requieren medidas extremas (entiéndase nuevos impuestos, subir los impuestos existentes, endurecer el sistema de control de divisas, y si nada de eso resulta, recurrir a la infalible metida de mano en las reservas internacionales), esta última es a mi parecer la medida más factible para frenar el gran déficit presupuestario que se viene ya que la realización del Referéndum para la Enmienda de la Reelección Presidencial frenará todas las medidas anti populares para no perder votos.
La pregunta no es si se usarán recursos de las reservas internacionales venezolanas o no, eso es un hecho, la pregunta es ¿Cuánto tiempo aguantaran las reservas internacionales venezolanas antes de llegar a un nivel crítico? Tal vez Chávez deba pensar bien de ahora en adelante antes de girar otro cheque revolucionario con cualquier destino por cualquier monto y a cualquier persona.
*Consultor en temas energéticos y editor del Portal HidrocarburosBolivia.com