Bernardo Prado Liévana* - En un artículo publicado a mediados de 2009 en HidrocarburosBolivia.com, mencioné que dadas las condiciones actuales, Bolivia incumpliría con Argentina en la provisión de gas natural las veces que a Brasil le dé la gana. Pues bien, la última ola de calor que azotó a Brasil hizo que ese país demande nuevamente, después de 7 meses, todo el gas que el contrato GSA le permite, obligándonos a dejar la demanda del mercado argentino (la cual estaba en franco ascenso) parcialmente satisfecha. La semana pasada nos chocamos de frente con un problema que no teníamos hace bastante tiempo.
Con los contratos de exportación que Bolivia tiene en vigencia con Argentina y Brasil, nuestra producción actual de gas no es suficiente para garantizar que esos dos mercados puedan ser satisfechos simultáneamente en situaciones extremas como las ocurridas estos días. Eso se puede verificar con simple aritmética.
El pasado jueves se registró en Bolivia una producción de 40,2 millones de metros cúbicos (MMC) de gas, el mercado interno consumió 6,4 MMC, Brasil demandó 31,5 MMC y Argentina nominó 6,5 MMC. Si sumamos el mercado interno, la demanda brasileña y la nominación argentina tenemos 44,4 MMC, volúmen inferior a los 40,2 MMC producidos ese día.
Eso nos dejó un déficit 4,2 MMC pero la Cláusula 3.8 (una de las pocas que se cumple) del Contrato entre YPFB y ENARSA firmado el 2006, establece que el mercado argentino será atendido cuando el consumo interno boliviano y las exportaciones a Brasil estén totalmente satisfechas. Así, con el mercado interno y la demanda brasileña satisfechas, Argentina tuvo que conformarse con lo que quedaba y no recibió los 6,5 MMC que nominó y que necesitaba, recibió sólo 2,2 MMC porque nuestra producción no alcanzó para enviar más.
Al respecto, YPFB y ENARSA ya no se sorprenden si una le falla a la otra, es bien sabido que ambas empresas hicieron poco por cumplir el contrato firmado el 2006. es más, este ¨déficit¨ ocurrió mientras en Buenos Aires se reunían las delegaciones de YPFB y ENARSA que están tratando los cambios al contrato actual.
Pero el tema de fondo no es ese, lo que debe llamarnos a la reflexión es que Bolivia tiene un contrato con Brasil (el GSA) que vence el 2019. Dicho contrato actualmente nos deja con aproximadamente 8 MMC de gas que Brasil no siempre toma y que nosotros no podemos comprometer en otro contrato porque si Brasil los requiere en algún momento nos pasará lo mismo que pasó con Argentina la semana pasada.
La última vez que Brasil había demandado volúmenes superiores a los 31 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) fue el 2 de julio de 2009, fecha en la que se enviaron 31,3 MMC. Para ser más preciso, de los 365 días que tuvo el 2009, Brasil demandó volúmenes superiores a los 31 MMCD solamente en 5 oportunidades: El 19,20 y 21 de junio y el 2 y 3 de julio. El 2009 se envió un promedio de 22,2 MMCD a Brasil, cifra muy por debajo de los 31 MMCD enviados en promedio durante el 2008.
Tal vez, mientras se trabaja en incrementar nuestra producción de gas, también se debería trabajar en la búsqueda de mecanismos que permitan modificar las prioridades de entrega para nuestro gas.
Brasil ya gritó a los cuatro vientos que seguirá comprando nuestro gas por solidaridad más que por necesidad. En ese entendido, si se pudieran reorganizar las prioridades de llegada para el gas boliviano de tal manera que primero se garantice el mercado interno, luego el mercado argentino y por último el mercado brasileño, entonces tendríamos un margen de acción más amplio que nos permitiría aprovechar los aproximadamente 8 MMCD de gas que ahora Brasil a veces toma y a veces no.
Con las prioridades reordenadas el panorama sería distinto; Satisfacemos la demanda interna, enviamos hacia Argentina mayores volúmenes (gracias a la ampliación de la capacidad de transporte que se ha anunciado) y a Brasil, que ya no necesita nuestro gas, le enviamos el saldo (que seguirá siendo la mayor parte del gas producido).
Esto tiene al menos dos ventajas, el precio que paga Argentina es mayor que el que paga Brasil y como no tendremos la necesidad de recortar producción por falta de mercados entonces la importación de gasolina, GLP y diesel sería menor.
*Consultor en temas energéticos y editor del portal HidrocarburosBolivia.com
El pasado jueves se registró en Bolivia una producción de 40,2 millones de metros cúbicos (MMC) de gas, el mercado interno consumió 6,4 MMC, Brasil demandó 31,5 MMC y Argentina nominó 6,5 MMC. Si sumamos el mercado interno, la demanda brasileña y la nominación argentina tenemos 44,4 MMC, volúmen inferior a los 40,2 MMC producidos ese día.
Eso nos dejó un déficit 4,2 MMC pero la Cláusula 3.8 (una de las pocas que se cumple) del Contrato entre YPFB y ENARSA firmado el 2006, establece que el mercado argentino será atendido cuando el consumo interno boliviano y las exportaciones a Brasil estén totalmente satisfechas. Así, con el mercado interno y la demanda brasileña satisfechas, Argentina tuvo que conformarse con lo que quedaba y no recibió los 6,5 MMC que nominó y que necesitaba, recibió sólo 2,2 MMC porque nuestra producción no alcanzó para enviar más.
Al respecto, YPFB y ENARSA ya no se sorprenden si una le falla a la otra, es bien sabido que ambas empresas hicieron poco por cumplir el contrato firmado el 2006. es más, este ¨déficit¨ ocurrió mientras en Buenos Aires se reunían las delegaciones de YPFB y ENARSA que están tratando los cambios al contrato actual.
Pero el tema de fondo no es ese, lo que debe llamarnos a la reflexión es que Bolivia tiene un contrato con Brasil (el GSA) que vence el 2019. Dicho contrato actualmente nos deja con aproximadamente 8 MMC de gas que Brasil no siempre toma y que nosotros no podemos comprometer en otro contrato porque si Brasil los requiere en algún momento nos pasará lo mismo que pasó con Argentina la semana pasada.
La última vez que Brasil había demandado volúmenes superiores a los 31 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) fue el 2 de julio de 2009, fecha en la que se enviaron 31,3 MMC. Para ser más preciso, de los 365 días que tuvo el 2009, Brasil demandó volúmenes superiores a los 31 MMCD solamente en 5 oportunidades: El 19,20 y 21 de junio y el 2 y 3 de julio. El 2009 se envió un promedio de 22,2 MMCD a Brasil, cifra muy por debajo de los 31 MMCD enviados en promedio durante el 2008.
Tal vez, mientras se trabaja en incrementar nuestra producción de gas, también se debería trabajar en la búsqueda de mecanismos que permitan modificar las prioridades de entrega para nuestro gas.
Brasil ya gritó a los cuatro vientos que seguirá comprando nuestro gas por solidaridad más que por necesidad. En ese entendido, si se pudieran reorganizar las prioridades de llegada para el gas boliviano de tal manera que primero se garantice el mercado interno, luego el mercado argentino y por último el mercado brasileño, entonces tendríamos un margen de acción más amplio que nos permitiría aprovechar los aproximadamente 8 MMCD de gas que ahora Brasil a veces toma y a veces no.
Con las prioridades reordenadas el panorama sería distinto; Satisfacemos la demanda interna, enviamos hacia Argentina mayores volúmenes (gracias a la ampliación de la capacidad de transporte que se ha anunciado) y a Brasil, que ya no necesita nuestro gas, le enviamos el saldo (que seguirá siendo la mayor parte del gas producido).
Esto tiene al menos dos ventajas, el precio que paga Argentina es mayor que el que paga Brasil y como no tendremos la necesidad de recortar producción por falta de mercados entonces la importación de gasolina, GLP y diesel sería menor.
*Consultor en temas energéticos y editor del portal HidrocarburosBolivia.com
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